"Palabrotas"

Muchos papás y mamás nos consultáis sobre este tema. Solemos explicar que los niños (sobre todo los más pequeños), no conocen los significados de estas palabras y únicamente las utilizan por la reacción que provocan en quién las escucha: risas, enfados, pero nunca indiferencia.

Por ello, la propuesta es siempre ofrecer una reacción neutra, es decir, como si no hubiese dicho esa palabra. El niño,cuando no le ofrezca ninguna satisfacción, y dado que no conoce su signifiado, dejará de utilizarla.

Hoy queremos contaros una experiencia a nivel de aula sobre la palabra "tonta". La extraermos de un libro fantástico: "¡Tú sí que vales! Historias cortas de niños y niñas que construyen valores humanos", de Montserrat Espert y M. carme Boqué (Ed. Grao).

Nos cuentan como una niña, cuando se enfada siempre tiene la costumbre de llamar "tonta" a todo el mundo. Un día, la maestra propone a los niños buscar esa "alumna nueva" llamada tonta: repasan uno a uno los alumnos en la lista de la clase, preguntan en otras aulas, en la cocina, a la directora de la escuela. etc. Esta niña, de tanto repetir esta palabra se ha ido poniendo furiosa y acaba confesando que tonta es una palabrota que se le ha escapado sin querer. Ha comprendido lo "aburrido" que es utilizarla.