Cuando abordamos programas de Estimulación del Lenguaje con las familias, uno de los puntos en los que nos detenemos a reflexionar, es sobre si el entorno del niñ@ favorece la Comunicación.
A veces, de forma inconsciente, tratamos de facilitar tanto el acceso del niño a las cosas que desea o necesita, que limitamos sus posibilidades de expresarse. Un claro ejemplo es el abuso de preguntas cerradas.
Este tipo son las que pueden responderse únicamente afirmando o negando: "¿quieres leche?","¿es que no quieres dormir?", "¿quieres chocolate?", "¿quieres jugar con el osito?", etc.
De este modo, favorecemos el uso de monosílabos, evitamos que el niñ@ se esfuerce en intentar expresar su propio deseo/sentimiento/preferencia sin la influencia o restricciones del adulto, cerramos otras posibilidades que probablemente existen, y en el caso de los más pequeños no permitimos que se establezca la base de la comunicación (que participen dos interlocutores, no uno sólo...).
Por éso, es muy recomendable utilizar preguntas del tipo: "¿qué quieres merendar?, ¿leche?¿has dicho leche?¡¡Fenomenal, leche!!!", "¿Por qué lloras?¿qué ha pasado?", etc.
Como siempre decimos, pequeños cambios en nuestros hábitos, pueden facilitar muchísimo el desarrollo de los niños y niñas en todas las áreas.
María Ordax Soler
Especialista en Audición y Lenguaje
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