La fórmula del éxito escolar no es un algoritmo matemático, puesto que depende de numerosas variables. No obstante, sabemos que numerosos aspectos dependientes del niño van a facilitar un correcto recorrido académico. Tal vez, en el lugar más importante se encuentre la capacidad para centrarse con interés en aquello que es objeto del aprendizaje. En consulta nos encontramos con muchos niños que se distraen con facilidad en cuanto se sientan a estudiar. Algunos, están “biológicamente predispuestos a esta desatención”, pero otros tantos sólo requieren un cambio de “estrategia”. Entonces, ¿Qué puede hacer el adulto para favorecer la atención del niño?
Por un lado, nos aseguraremos de que las condiciones ambientales del lugar de estudio sean las adecuadas:
• El lugar de estudio ideal es la habitación personal del niño, tranquila, silenciosa, acogedora pero sin demasiados elementos distractores (TV, consolas, tebeos,…). Es imprescindible la presencia de una buena mesa de estudio.
• La temperatura debe oscilar entre los 18 y los 22 grados: ni mucho frío ni mucho calor.
• Silencio: buscaremos una habitación sin ruidos en la que el niño no sea interrumpido ni molestado. Si aún así, no estamos seguros de poder procurar la “ausencia de ruido”, podemos facilitar al niño unos tapones para los oídos.
• Nada de música ni de TV como sonido de fondo.
• Un flexo dirigible: En los diestros la luz debe entrar por la izquierda y, en los zurdos, por la derecha, para evitar sombras.
• Mobiliario y postura La mesa debe ser, como hemos dicho, bastante amplia, con lo que evitaremos interrupciones para buscar material. Cerca de la mesa debe tener una pequeña estantería; en ella debe reunir los libros, cuadernos, apuntes y diccionarios que utiliza a diario.
• Una silla que debe tener una altura que permita mantener los pies en el suelo, las rodillas dobladas y las piernas formando un ángulo recto.
• SI QUEREMOS QUE EL NIÑO PERCIBA QUE SU ACTIVIDAD ES IMPORTANTE, DEBEMOS PREDICAR CON EL EJEMPLO: EVITAREMOS DISCUTIR EN TONO ELEVADO, HABLAR POR TELÉFONO CERCA DE ÉL, ETC. DEBEMOS MOSTRARLE EL MISMO RESPETO QUE ESPERAMOS POR SU PARTE HACIA LA TAREA DE ESTUDIO.
Además, debemos tener en cuenta ciertas recomendaciones:
• Es importantísimo dormir los suficiente y con horarios regulares: si el niño está cansado, se despistará con mayor facilidad en clase y en casa.
• El niño debe tener un tiempo de ocio: no se trata de jugar al llegar de la escuela y dejarlo todo para el final, pero es conveniente que el estudiante pueda distraerse y “descansar” tras la tarea de estudio.
• Cuidaremos su postura: estar recostado o tumbado dificulta la concentración.
• La dieta equilibrada, entre otras cosas, facilita que el niño se centre.
• En general, no es conveniente que el niño estudie con amigos ni hermanos. Cada cual debe de tener su espacio, y hemos de recordar que estudiar es una actividad individual.
• No es conveniente ponerse a estudiar tras haber visto la TV, haber leído algo interesantísimo o haber jugado a la consola, puesto que el riesgo de que el niño se distraiga con otros pensamientos aumenta.
Clara Rubio Baudet
Psicóloga de Edu-In y maestra
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