AFONÍAS Y DISFONÍAS INFANTILES

Las patologías de la voz también son frecuentes en los niños, especialmente entre los 5 y 6 años y hasta la edad puberal.

Los síntomas suelen ser al inicio fatiga vocal, hasta llegar a períodos de afonía con sensaciones dolorosas (pinchazos, sequedad, quemazón en la garganta, etc.)

Estas alteraciones pueden incluso evolucionar con alteraciones de los pliegues vocales: inflamación, rojez, excesivas secreciones que conducirán  al niño a tensión excesiva para conseguir la voz, pudiendo llegar al nódulo (engrosamiento de los pliegues).

Las posibles causas son:

-      Antecedentes a nivel otorrinolaringológico (laringitis, otitis rinitis) y pulmonares (asma, bronquitis)

-      Traumatismos laríngeos (un niño que grita sin parar, intervenciones quirúrgicas)

-      Comportamiento del niño: individuo dinámico, colérico, negativista, etc.

-      Entorno familiar: excesivamente ruidoso, antecedentes familiares que sirven como modelo vocal.

Las pautas para reeducar el uso de la voz son:

Ø  Evitar que el niño/a grite o chille. Trataremos de hablar con las personas cuando están cerca.

Ø  No imitar voces o sonidos.

Ø  No aclarar la garganta, ni carraspear, estornudar, toser, cuando hay sensación de “tener molestias en la garganta”  (intentar en su lugar, realizar estas perturbaciones de los pliegues vocales marcando el sonido /u/)

Ø   No realizar ejercicio ni deporte simultáneo al habla.

Ø   Evitar el tabaco y humo delante de los niños/as.

Ø   No utilizar caramelos de menta o regaliz para calmar las molestias.

Ø   No consumir bebidas frías (un cubito de hielo máximo en la bebida), comidas picantes o muy condimentadas y los frutos secos.

Ø   Evitar cambios bruscos de temperatura (aire acondicionado o calefacción a temperatura excesiva). Utilizar un pañuelo o bufanda que proteja de estos cambios.

Ø   Evitar tiempos prolongado de habla continuada: sugerir al niño/a que realice descansos vocales e hidratar bebiendo agua.

Ø   Evitar espacios con ruido ambiental muy alto (por ejemplo, la televisión, música en el coche) que obligan a forzar la voz para hacerse oír. El niño/a tratará de hablar más fuerte que el nivel de ruido de su alrededor.

Ø  La reeducación vocal especializada es importante, y comenzará como en los casos de adultos por el entrenamiento respiratorio, que facilite un adecuado tipo de respiración  que permita evitar el sobreesfuerzo de cuerdas vocales.

María Ordax Soler

Especialista en Audición y Lenguaje de Edu-In